En un mundo laboral cada vez más enfocado en la velocidad, la juventud y la innovación constante, «The Intern» (2015), protagonizada por Robert De Niro y Anne Hathaway, ofrece una reflexión cálida y emotiva sobre algo que a menudo pasamos por alto: el valor del talento senior. Esta película no es solo una comedia para pasar el rato; es una invitación a replantearnos cómo miramos la experiencia y sabiduría que aportan los trabajadores de mayor edad en nuestras vidas y empresas.
Una historia que inspira
En la película, Ben Whittaker (interpretado magistralmente por Robert De Niro), es un viudo de 70 años que, tras su jubilación, siente que todavía tiene mucho por dar. Al ver un anuncio para pasantes senior en una próspera startup de moda digital, decide embarcarse en esta nueva aventura laboral. Ahí conoce a Jules Ostin (Anne Hathaway), la joven y estresada fundadora de la empresa, que está abrumada por el crecimiento de su compañía.
Al principio, la idea de un pasante de 70 años puede parecer descabellada. Incluso en la película, algunos compañeros de Ben lo ven con escepticismo, casi como si fuera una curiosidad o una reliquia del pasado. Sin embargo, lo que ocurre después es profundamente revelador: Ben se convierte en una pieza clave para el equilibrio emocional y laboral de la empresa, no solo por su experiencia, sino por su capacidad para escuchar, su ética de trabajo impecable y su enfoque calmado frente a los desafíos.
Lo que el talento senior puede aportar
La historia de Ben nos recuerda que la experiencia no solo es una acumulación de años, sino de sabiduría adquirida a través de desafíos, éxitos y errores. Él no es el más rápido con la tecnología, pero eso no le impide contribuir de manera significativa. En un momento particularmente emotivo, Ben le dice a Jules: “¿Sabes cuál es la parte más emocionante de mi día? Llegar al trabajo”. Esto nos hace reflexionar: ¿cuántos trabajadores mayores sienten que su contribución no es valorada simplemente por su edad?
El talento senior trae consigo un tesoro de habilidades que van más allá de lo técnico. Estudios respaldan esta idea: según un informe de AARP, más del 60% de las empresas que han integrado a trabajadores mayores afirman que han notado una mejora en la productividad y la estabilidad laboral. Además, la diversidad generacional dentro de los equipos impulsa la creatividad y la innovación. Un equipo que combina juventud y experiencia tiene un balance perfecto entre la energía fresca y la sabiduría adquirida.
Prejuicios que debemos cuestionar
La película también nos enfrenta a uno de los prejuicios más comunes en el mundo laboral: la discriminación por edad. Muchas empresas todavía creen que los empleados mayores no son capaces de adaptarse a las nuevas tecnologías o que son menos productivos que sus contrapartes más jóvenes. Sin embargo, esto no es cierto. Un estudio de la Sociedad de Recursos Humanos (SHRM) mostró que el 61% de los trabajadores mayores de 50 años han experimentado discriminación por su edad. Y sin embargo, múltiples investigaciones han demostrado que los equipos diversos en edad tienden a ser más eficientes, con un impacto positivo en la toma de decisiones y la innovación.
En «The Intern», Ben no solo es un ejemplo de cómo los trabajadores mayores pueden adaptarse, sino también de cómo pueden influir positivamente en la cultura de la empresa. Su calma, su capacidad de escuchar y aconsejar, y su compromiso con el trabajo generan un cambio en los demás. Jules, por ejemplo, empieza a reconsiderar cómo lidera, aprende a delegar y a encontrar un equilibrio entre su vida personal y profesional.
La humanidad de la experiencia
Algo hermoso de esta película es que no trata solo del éxito profesional; también nos habla de la humanidad. Ben nos enseña que el trabajo es una extensión de nuestras vidas, no solo una fuente de ingresos. Sus interacciones con sus compañeros son empáticas, genuinas y reflejan algo que rara vez se menciona en las descripciones de trabajo: la capacidad de conectar con los demás. En un entorno donde todo parece moverse a mil por hora, contar con alguien que aporta experiencia de vida y una perspectiva más serena puede ser un regalo invaluable.
Reflexiones finales
«The Intern» es mucho más que una comedia ligera; es una llamada de atención para las empresas y para todos nosotros. Nos invita a preguntarnos si estamos subestimando el valor del talento senior y lo que puede aportar a nuestras organizaciones y nuestras vidas. En un mundo que cambia rápidamente, los trabajadores mayores nos recuerdan que la experiencia es un activo que no podemos darnos el lujo de ignorar.
El talento senior no se trata solo de lo que han hecho en el pasado, sino de todo lo que todavía pueden hacer. Como nos muestra Ben, a veces, lo que más necesitamos en una empresa no es la persona que sepa usar la última app o tecnología, sino alguien que pueda escucharnos, entendernos y enseñarnos a ver el panorama completo.
¿Y tú? ¿Apostarías por el talento senior en tu empresa?
- ¿Cómo valoras la experiencia en tu lugar de trabajo?
- ¿Estás aprovechando todo el potencial de las personas mayores en tu equipo?
- ¿Qué habilidades podrían aportar los trabajadores mayores que otros podrían no tener?
Reflexionemos sobre estas preguntas y abramos las puertas a un mundo laboral más inclusivo, donde la edad no sea una barrera, sino una ventaja.
Artículo publicado por: Camila Garcés S, Consultor de comunicaciones